miércoles, 2 de abril de 2008

Taller nº1

¿Por qué las niñas obtienen bajos resultados en las matemáticas?

Introducción
El presente taller tiene por finalidad aplicar los conceptos de la epistemología de las Ciencias Sociales, por medio del análisis de un fenómeno escolar que se dé en las salas del país, utilizando parte del método científico para su explicación.


Descripción
El tema escogido en el presente taller, es analizar y entender porque las niñas obtienen objetivos no esperados en matemáticas. Sin duda, ambos poseen las mismas potencialidades para aprenderlas, pero qué es lo que pasa que sólo los hombres obtengan resultados favorables y las niñas se van quedando “atrás” en el aprendizaje de las matemáticas. Entonces surgen interrogantes y nos preguntamos:


¿Existe una diferencia de la enseñanza entre hombres y mujeres?

¿Los/las profesores/as inconscientemente diferencian la enseñanza, y por lo tanto, no se le enseña de la misma manera a las niñas? ¿Aquí existe una especie de machismo implícito inserto en la educación? ¿Qué factores influyen en los resultados?


Considero esencial este problema en la educación actual, ya que no podemos formar personas desde una visión retrograda y machista diferenciando negativamente en la enseñanza de las alumnas, favoreciendo sólo a un sector del alumnado. Ya que como profesores debemos dejar atrás concepciones negativas y debemos creer sin duda, en las capacidades y potencialidades de nuestros alumnos, ayudándoles en el proceso, no dejándolos de lado.


Hipótesis
Los y las profesores/as poseen un imaginario colectivo sobre las representaciones de género, influyendo negativamente en los resultados académicos de las niñas y niños.
Estás representaciones que poseen, dan cuenta de una opinión, valores respecto a las habilidades matemáticas de niños y niñas.

De modo que condicionan el aprendizaje de las niñas, porque hacen una diferencia de enseñanza entre un género y otro, por medio de posturas corporales, "no le dan la palabra", no prestan la misma atención, etc. centrándose sólo en el género masculino. Lo cual afecta a las niñas en una desvalorización de sus capacidades y potencialidad, además en la sociabilización, rendimiento académico y autoestima.


Verificación

Al analizar el tema de las representaciones de género de los/las profesores/as y la incidencia en los resultados académicos de los y las alumnos/as, podemos entender este fenómeno desde la visión el sociólogo francés, Pierre Bourdieu, quien plantea que existe un Habitus, formas de pensar, obrar y sentir que están originadas por la posición que ocupa la persona en la estructura social. Por lo tanto, podemos entender que tanto el profesor como los alumnos y las alumnas, poseen una manera de pensar acorde a la posición que ocupan en la sociedad. Reproduciendo esto en la escuela y en la sala de clases.

Entonces surge una explicación más clara, Bourdieu plantea la distinción cultural no es más que una forma encubierta de dominación, denominada complicidad ontólogica.


Es decir, basándonos en nuestro problema, la distinción que existe entre la enseñanza de hombres y mujeres se basa absolutamente a una forma de dominación masculina sobre la femenina, desencadenando una cultura dominante sobre otra cultura, propia de la sociedad, que es sin duda el machismo, la dominación de las ciencias en las manos de hombres, alejando por completo a las mujeres, ya que ellas no entran en está estructura.

“La relación que un individuo mantiene con su cultura depende fundamentalmente de las condiciones en las que ha adquirido…”[1]

Por otro lado, estudios realizados por la Doctora en Ciencia de la Educación, Raquel Flores Bernal, (ver imagen) nos demuestra que los resultados del estudio, “el 87% de los profesores de 8º básico considera falsa la afirmación de que los hombres son buenos para las matemáticas y las ciencias, mientras que las mujeres no. Sin embargo el 97% de ellos concuerda con la idea: “los hombres en las ciencias y las mujeres en las letras” ”

Sin duda, vemos reflejados que “las representaciones que de sus alumnos y alumnas construyen profesores y profesoras, están en estrecha relación con las acciones que desarrollarán en el espacio escolar, y por lo tanto, de su práctica pedagógica. Si esta representación de genero es desigual, está incidirá en las expectativas diferenciadas del profesorado”[2]

En cuanto a la forma en que se enseña y los resultados deficientes de las niñas, estudios realizados por Flores, a través de observaciones en practica educativa, señala que en cuanto a la participación en clases, el profesorado tiende a elegir, a quienes participan, a quienes se hacen invitaciones especificas para que participen, con quien establecen contacto, a quien escuchan atentamente, cual es el tiempo que se da al alumnado a dar respuestas y a quienes le da la palabra, mayoritariamente son hombres.[3]

Y en cuanto a los resultados en pruebas estandarizadas, en el Simce, quedo en evidencia que las mujeres obtienen puntajes significativamente más bajos que los hombres en el simce de matemáticas.(fuente:SIMCE).

Así también se ve reflejado en un estudio de la Unesco, donde se ve reflejado el patrón de genero en aéreas de aprendizaje “las diferencias en lenguaje fueron apreciablemente y significativas a favor de las niñas (en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, México y Venezuela), en contraste con las diferencias en matemáticas que fueron favorablemente a los niños ( en los casos de argentina, Brasil, Chile y Colombia) donde surgieron diferencias significativas a favor de los niños en matemáticas”[4]


Reflexión Personal

Sin duda, no es un hecho ajeno a nuestra realidad, pasa y me paso. Como estudiante y además mujer, fui alejada de los aprendizajes de matemáticas por no ser hombre. Y no solo a mi, sino que a cualquier mujer que le pregunte sobre su educación en matemáticas, la gran mayoría me dirá que sus profesores no las tomaban en cuenta, les terminaban haciendo clases a sus compañeros, etc etc.

Creo que es algo que deberíamos sentir vergüenza como futuros profesoras, ya que deberemos cargar con la cruz, de que nuestros compañeros de trabajos, hayan menospreciado las capacidades de las alumnas, renegando una formación integradora e incluyente, que es la labor del profesorado.

Debemos como profesores en formación, estar atentos a estos prejuicios que entorpecerán la educación igualitaria entre hombres y mujeres, con el fin de dejar atrás estigmas como las antes mencionadas en el trabajo.

Ojala, haya creado un poco de consciencia en este tema, que está en silencio y no solo afecta en el ámbito escolar, sino también en todo lugar. El machismo no es bueno en ningún ámbito, por lo tanto, debemos creer con los ojos cerrados, en las capacidades de los alumnos, tanto de hombres como mujeres, es nuestra labor, sacar a la luz sus potencialidades y llevarlas al máximo para el bien de ellos.



[1] Bourdieu,Pierre: "sistema de enseñanza y sistema de pensamiento".